1. Introducción
Las barreras suponen un obstáculo a la autonomía de las personas y a su capacidad de elección e interacción con el entorno. Por ello, y teniendo en cuenta que el 4 de diciembre de 2017 es la fecha límite para que los espacios públicos urbanizados y edificaciones existentes que sean susceptibles de ajustes razonables sean accesibles (Disposición adicional tercera del Real Decreto Legislativo 1/2013, de 29 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General de Derechos de las personas con discapacidad y su inclusión social), se realizó una encuesta sobre la percepción de la accesibilidad de nuestro entorno urbano.
El objetivo de la encuesta era saber si actualmente, los itinerarios peatonales y parques y jardines de nuestras ciudades y pueblos permiten que sean disfrutados y utilizados por todos los vecinos, con independencia de si tienen o no algún tipo de discapacidad.
2. Resultados
Se han recibido, durante los meses que la encuesta ha estado activa (octubre y noviembre de 2016) un total de 2.542 respuestas, de las cuales se han extraído las conclusiones que se describen.
Si quieres consultar el detalle de los resultados pincha aquí.
3. Conclusiones
3.1. La mayoría de los encuestados no cree que su municipio tenga un nivel satisfactorio de accesibilidad, independientemente de su población.
3.2. Más de la mitad de los encuestados no han puesto en conocimiento de sus ayuntamientos las deficiencias detectadas. Respecto a los que sí habían llevado a cabo gestiones, la mayoría ha obtenido un resultado negativo, debido a la falta de contestación o la inexistencia de presupuesto.
3.3. Las principales dificultades y barreras que encuentran los encuestados en los itinerario peatonales se centran en los semáforos, inadecuada o deficiente señalización táctil, visual o acústica y tiempo de paso. También los cruces, debido a los comportamientos incívicos (coches, motos o bicicletas aparcados en zona de paso).
3.4. En los parques y jardines de los municipios, las principales barreras se encuentran en las áreas de juego infantil debido a la carencia de elementos de juego accesible, al pavimento que dificulta el acceso con sillas y la inexistencia de bancos accesibles en las zonas de estancia.
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